Pie de foto: Silvia Maldonado, Directora Ejecutiva Fudrine; Martha Patricia Baca, Gerente de Exonerados de Casabaca; y, Gabriel Salgado, jefe de CRM y Comunicación Digital de Toyota del Ecuador.
Toyota del Ecuador S.A., importadora de vehículos de calidad, durabilidad y fiabilidad, junto a su concesionaria Casabaca realizaron en días pasado su evento “Dream Car Art Inclusivo”. El acto, convocó a 20 niños de entre 2 y 8 años de edad beneficiarios de la Fundación Diagnóstico, Rehabilitación e Integración del Niño Especial (Fudrine), para que disfruten de una tarde llena de alegría, imaginación y de los más increíbles trazos de acuarela, utilizando como lienzo la carrocería de un vehículo Toyota.
Gabriel Salgado, jefe de CRM y Comunicación Digital de Toyota del Ecuador, mencionó que esta iniciativa inclusiva nació hace cuatro años en Ecuador, a partir del programa internacional “Dream Car Art”. “El proyecto a nivel mundial busca que los niños plasmen en sus dibujos el auto de sus sueños para participar posteriormente en el concurso que se realiza en Japón. Sobre esta base, decidimos dar un giro social para emplear la esencia creativa de la propuesta como el motor de una estrategia de inclusión. El arte es un lenguaje universal, rompe barreras y crea vínculos; por ello consideramos que no había mejor forma de llegar a un grupo, con tan alta sensibilidad, que permitiéndoles ser los dueños del diseño de su vehículo ideal” agregó el representante de Toyota.
Por su parte, Silvia Maldonado, Directora Ejecutiva de Fudrine, expresó con emoción el impacto que tuvo para los participantes el ser elegidos para esta actividad. “Al enterarse, la reacción de los niños fue de extrema emoción y curiosidad. El grupo se caracteriza por su ejemplo de fortaleza y actitud positiva frente a cada reto que se les presenta. Hay sonrisas unos días, lágrimas otros, pero lo que nunca falta es amor. Es por ello que nos alegramos de ser parte de este evento que es el marco ideal para que puedan ser reconocidos, integrados y exploten su creatividad”, concluyó Maldonado.
Durante la jornada, las horas pasaron como un sueño de colores e imaginación. La sonrisa en la cara de los pintores, al sentirse libres dibujando sobre la carrocería del vehículo, fue igual de amplia que la de los adultos que miraban asombrados cada detalle perfilado gracias al talento y energía de los niños. Para Emilia, por ejemplo, fueron sus pies las brochas que le permitieron dejar su huella en la obra final; sin embargo, el resto de sus compañeros no se quedaron atrás derrochando también simpatía y originalidad en cada pincelada. La actividad concluyó con la entrega de un detalle para padres y niños con el fin de que puedan guardar el recuerdo de esta aventura multicolor.
Aunque originalmente, esta actividad tiene un carácter anual, Toyota del Ecuador y Casabaca prevén nuevas réplicas de este evento a través de sus diferentes concesionarios. Así, en los próximos meses, Quito, Guayaquil y Cuenca volverán a ser escenarios de un evento que no sólo busca ser fiel a los pilares fundamentales de las dos compañías que se orientan en el respeto; sino además a su papel en la construcción de una sociedad equitativa, inclusiva y más humana.