- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades hepáticas crónicas se posicionan entre las causas de muerte prematura de más rápido crecimiento a nivel global.
- Laboratorios Bagó reafirma su compromiso con la salud preventiva, promoviendo una cultura de bienestar que comienza en el entorno laboral.
Según datos oficiales del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (2024), el 37 % de los ecuatorianos ha sido diagnosticado con hígado graso, siendo más frecuente en mujeres mayores de 45 años. Esta problemática cobra mayor relevancia en el entorno laboral, donde los hábitos poco saludables y el estrés constante pueden acelerar el deterioro de este órgano vital.
El hígado, ese órgano silencioso pero esencial, cumple más de 500 funciones, como la metabolización de nutrientes y la eliminación de toxinas. Su deterioro impacta directamente en la energía, productividad y salud de los trabajadores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades hepáticas crónicas se encuentran entre las causas de muerte prematura de más rápido crecimiento a nivel global. En América Latina, y particularmente en Ecuador, factores como el sedentarismo, la alimentación procesada y la automedicación favorecen afecciones como el hígado graso no alcohólico.
En este contexto, Laboratorios Bagó reafirma su compromiso con la salud preventiva, promoviendo una cultura de bienestar que comienza en el entorno laboral. A través de información confiable y recomendaciones especializadas, la compañía busca generar conciencia sobre cómo los hábitos cotidianos afectan la salud hepática y, con ello, el desempeño profesional.
La falta de pausas activas, horarios irregulares de alimentación y altos niveles de estrés generan una sobrecarga hepática que, sostenida en el tiempo, puede derivar en complicaciones mayores. “La salud hepática no depende únicamente de factores médicos. Se construye desde las decisiones diarias que tomamos sobre cómo nos alimentamos, nos movemos y gestionamos el estrés”, afirma la Dra. Carla Cevallos, Jefe de Seguridad, Ambiente y Salud Ocupacional de Laboratorios Bagó.
Cuidar el hígado no es solo una acción preventiva, sino también una estrategia clave para preservar el rendimiento físico y mental de los equipos de trabajo. A continuación, cinco hábitos fundamentales para protegerlo desde el entorno laboral:
- Alimentación consciente: incluir alimentos naturales y evitar ultraprocesados, grasas y azúcares.
- Hidratación constante: beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día.
- Movimiento regular: pausas activas breves favorecen la función hepática.
- Gestión del estrés: técnicas como respiración consciente o mindfulness ayudan a reducir la inflamación.
- Evitar la automedicación: algunos fármacos pueden dañar el hígado si no son prescritos.
Más allá de las acciones individuales, las organizaciones tienen una oportunidad clave para fomentar una cultura de salud. Implementar programas de alimentación saludable, jornadas médicas y pausas activas no solo mejora la salud hepática, sino también fortalece el compromiso de los colaboradores.
Desde Laboratorios Bagó trabajamos con la convicción de que el bienestar comienza con la prevención. Por eso, impulsamos una vida laboral más consciente, donde la salud de cada persona se convierte en el motor de equipos más sanos y sostenibles, esto lo hacemos con nuestro Programa de Vigilancia en Salud alineado a nuestro programa Bagó diverso, donde los exámenes anuales se realizan no solo en base a los riesgos por puesto de trabajo sino también al género, discapacidades y generaciones; con esto gestionamos atenciones de especialidad en base a los resultados de cada colaborador.