Con su modelo de franquicia accesible, un crecimiento anual del 26 % y más de 300 puntos de venta a nivel nacional, presenta una vía para emprender en Ecuador.
En un país donde el 32,65 % de la población económicamente activa está involucrada en actividades de emprendimiento, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Ecuador 2023-2024[1], las franquicias representan una opción viable y estable para quienes buscan un ingreso seguro y sostenible. Las franquicias de SanaSana, la cadena de farmacias de FEMSA Salud, con más de 20 años en el mercado, son una oportunidad concreta para formar parte de un sector con alta demanda y estabilidad, mediante una forma de negocio probada que ya cuenta con más de 200 puntos de venta en todo el país.
En Ecuador el emprendimiento es una vía fundamental para la generación de empleo y la independencia económica. Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)[2] indican que el 60 % de los nuevos emprendimientos se financian con recursos personales o de familiares, lo que refleja el deseo y el esfuerzo de los ecuatorianos por construir un futuro mejor a través de negocios propios. Sin embargo, los desafíos del mercado y la falta de acompañamiento impiden que muchos de estos proyectos se consoliden.
FEMSA Salud brinda a los emprendedores un modelo diseñado para facilitar el crecimiento con el apoyo integral de una marca reconocida. A diferencia de otras empresas, SanaSana mantiene una relación de colaboración estratégica con sus franquiciados. «Apoyamos a nuestros franquiciados en cada paso. Nuestra meta es construir una red sólida y mutuamente beneficiosa», asegura Jorge Lara, Gerente de Franquicias de FEMSA Salud.
SanaSana les proporciona capacitación constante, asegurando una gestión eficiente de los puntos de venta y alineando sus estrategias comerciales con las necesidades locales. El apoyo integral incluye formación continua, asesoramiento en la gestión de inventarios y visitas regulares de expertos para optimizar las operaciones de cada farmacia.
Según el informe del GEM, Ecuador es el segundo país más emprendedor de la región. Sin embargo, la realidad para los nuevos emprendimientos es desafiante, casi el 80 % fracasan en su etapa inicial, es decir, 8 de cada 10 negocios no logran consolidarse. En este contexto, las franquicias como SanaSana reducen considerablemente el riesgo para los emprendedores. Al contar con apoyo constante y el respaldo de una marca reconocida, los emprendedores pueden superar los obstáculos más comunes de los primeros años.
Las historias dentro de la red SanaSana hablan del impacto positivo de esta estructura de negocio. Jorge Lara comenta como la Familia Pesantes, por ejemplo: “Inició en 2021 con su primer punto de venta en Quito y en menos de tres años ya cuenta con tres franquicias. Danilo Triviño en Guayaquil también logró transformar su franquicia en una fuente de empleo estable para su comunidad”.
SanaSana acompaña a los franquiciados en todo momento, desde la selección de la ubicación del punto de venta hasta el suministro constante de productos a través de una logística nacional eficiente. Este respaldo se traduce en un crecimiento sostenido, con un incremento anual del 26 %, que posiciona a SanaSana como una de las cadenas de farmacias con mayor expansión en el país.
El compromiso de la cadena de farmacias va más allá de lo económico. A través de programas de responsabilidad social junto a Operación Sonrisa y jornadas de salud con la Cruz Roja, REDNI Y World Vision, los franquiciados participan activamente en mejorar la calidad de vida de las comunidades donde operan. Esto refuerza la idea de que el emprendimiento tiene un componente social que mejora las condiciones de vida de miles de ecuatorianos.
SanaSana tiene la firme visión de ser un actor clave en el desarrollo de la salud preventiva en Ecuador y continuar innovando en la atención, el acceso a medicamentos y productos de bienestar. Su enfoque de expansión está orientado a cubrir más regiones del país, especialmente aquellas donde el acceso a servicios de salud es limitado, para contribuir a la reducción de brechas en la obtención de estos recursos fundamentales.