El chocolate evoca historias y cercanía para la gente … más aún en la provincia de Tungurahua de donde es Rolando Campos, el presidente de Chocoleyenda. Reiterados viajes por el Ecuador permitieron a Rolando conocer a fondo el proceso del cacao, cuando aún el país no tenía la cantidad de empresas que hoy producen chocolate. En ese caminar se encontró con su socio, quien contaba con experiencia en el proceso del café. Como nunca es tarde para emprender, a los 65 años de edad, los dos dieron vida a su sueño: Chocoleyenda. Con orgullo, Rolando Campos cuenta que todos los equipos y maquinarias son nacionales, así como el conocimiento. Dos años les tomó producir las primeras gotas de chocolate. La idea en ese entonces fue producir semielaborados para dar servicio a las industrias, llámense cacaoteras, panaderías, galleterías, hoteles, restaurantes y ese sinnúmero de empresas que utilizan la pasta de cacao y la cobertura para sus procesos industriales. Hoy por hoy, trabajan de cerca con sus proveedores de cacao, cientos de familias agricultoras entre Puerto Quito y Esmeraldas, con las cuales gestionan un desarrollo mutuo. Tras varios años de trabajo llegaron al punto de equilibrio y empezaron a surgir productos para el consumo directo de las personas: chocolates de 50 gramos, chocolate en caja, chocolate negro … todos finos de aroma siempre. Esta nueva línea de consumo inmediato les permitió crecer gracias al respaldo de la Cámara de Comercio de Quito que, a través de su proyecto AL INVEST 5.0, le apoya para pronto llegar al mercado europeo. Así se resume la historia de Chocoleyenda que, con desafíos y retos a cuestas, sigue creciendo y pensando en grande. Por esto y más, es nuestro empresario de éxito de esta semana, pues su experiencia y esfuerzo se reflejan en certificaciones orgánicas Fair Trade, y otros reconocimientos Internacionales.