Dra. Gissela Erazo – Médico especialista en Dermatología
- Investigaciones en Latinoamérica indican que hasta el 30% de los protectores solares comercializados contienen ingredientes potencialmente disruptores endocrinos.
- En Ecuador, el 65% de la población se expone a altos niveles de radiación solar entre las 12 y las 16 horas, lo que resalta la importancia de una protección solar adecuada.
Quito, abril 2025.- La protección solar es un pilar fundamental para el cuidado de la piel y la prevención de enfermedades dermatológicas. Sin embargo, estudios recientes han evidenciado la presencia de ingredientes en algunos protectores solares que actúan como disruptores endocrinos, sustancias capaces de interferir con el equilibrio hormonal y con potenciales efectos adversos para la salud.
El uso cotidiano de protectores solares se ha convertido en una práctica esencial, sobre todo en regiones donde la exposición a la radiación solar es elevada. A pesar de ello, investigaciones en Ecuador y en Latinoamérica revelan que un porcentaje significativo de los productos disponibles en el mercado podrían incluir compuestos que alteran la función hormonal, como la Benzophenone-3, Octinoxate, Ethylhexyl Methoxycinnamate, Avobenzone, Octocrylene, Ethylhexyl Salicylate y Homosalate.
Estos ingredientes, utilizados por su eficacia en bloquear la radiación UV, pueden penetrar la piel y acumularse en el organismo, interfiriendo con la regulación de estrógenos, testosterona y otros andrógenos. Estudios han mostrado que la Benzophenone-3 puede inducir respuestas estrogénicas anómalas, mientras que el Octinoxate y el Ethylhexyl Methoxycinnamate se asocian con alteraciones en la función tiroidea y en la regulación hormonal.
Asimismo, el Avobenzone, al degradarse con la exposición solar, y el Octocrylene, que se transforma en benzofenona, presentan riesgos adicionales por la formación de subproductos potencialmente nocivos. Del mismo modo, tanto el Ethylhexyl Salicylate como el Homosalate han sido implicados en la imitación o interferencia de señales hormonales, elevando las preocupaciones sobre su uso prolongado.
En conjunto, la evidencia científica sugiere que, a pesar de su efectividad para proteger la piel de los rayos UV, la presencia de estos compuestos requiere una revisión cuidadosa de su impacto a largo plazo en el sistema endocrino. La acumulación y posible imitación de hormonas naturales pueden influir en procesos vitales como la fertilidad, el metabolismo y el desarrollo general, lo que refuerza la necesidad de optar por fórmulas seguras y libres de dichos disruptores.
Este conocimiento impulsa la recomendación de revisar las etiquetas de los productos y favorecer aquellos que han sido formulados para minimizar riesgos, promoviendo así una protección solar que salvaguarde no solo la integridad de la piel, sino también el equilibrio hormonal y la salud integral del individuo.
La Dra. Gissela Erazo dermatóloga y vocera de Megalabs afirma: «Es fundamental que los consumidores conozcan la composición de los protectores solares que utilizan. La exposición prolongada a ciertos químicos puede impactar negativamente la salud hormonal, por lo que elegir productos con fórmulas seguras es clave para una protección integral.»
Ante estos hallazgos, expertos recomiendan a los usuarios revisar cuidadosamente las etiquetas de los productos y optar por aquellos formulados sin ingredientes sospechosos de causar disrupciones endocrinas, como los fotoprotectores Umbrella. La transparencia en la información y la educación del consumidor son herramientas cruciales para promover una protección solar efectiva y segura.
La seguridad en el uso de protectores solares no solo implica proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos UV, sino también garantizar que los ingredientes empleados no representen riesgos adicionales para la salud. La evidencia actual invita a una reflexión sobre la importancia de la regulación y la innovación en la industria cosmética, con el fin de desarrollar productos que ofrezcan una protección óptima sin comprometer el bienestar hormonal.