La salud mental se ha convertido en una prioridad urgente tanto a nivel regional como nacional. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la depresión es el trastorno mental más común en las Américas, afectando a más de 48 millones de personas, lo que representa el 4.7% de la población. En Ecuador, el panorama también es crítico: de acuerdo con el Ministerio de Salud Pública (MSP), en 2023 se registraron 113.940 atenciones por trastornos depresivos. Además, entre enero y julio de ese mismo año, se contabilizó un incremento del 58% en las atenciones por problemas de salud mental durante los últimos cuatro años.
Ante este escenario, priorizar la salud mental, no es una opción, sino una necesidad colectiva. El deterioro emocional sostenido no solo afecta la calidad de vida individual, sino que también tiene un impacto directo en la productividad, las relaciones sociales y el sistema de bienestar general del país. En este contexto, la Dra. María Mercedes Ganán Aillón, Directora de Inteligencia Clínica de Ecuasanitas, expone a continuación la importancia de priorizar el cuidado psicológico en la vida cotidiana y derribar mitos arraigados sobre la salud mental.
La atención temprana puede cambiar el rumbo del bienestar emocional
Atender la salud emocional desde edades tempranas es clave para evitar que pequeños síntomas evolucionen en trastornos más severos. Durante la infancia y adolescencia pueden presentarse señales como ansiedad por separación, retraimiento o dificultades escolares que a menudo son normalizadas, explica la Dra. María Mercedes Ganán Aillón. La perspectiva clínica advierte que lo que no se aborda oportunamente puede dejar secuelas en la vida adulta. Por eso, señalan que es fundamental contar con acompañamiento profesional desde las primeras etapas de desarrollo.
Algunas señales tempranas que no deben ser minimizadas incluyen:
- Tristeza constante o sin causa aparente
- Irritabilidad o cambios bruscos de humor
- Insomnio o alteraciones en el sueño
- Desmotivación persistente o falta de interés en actividades habituales
Una intervención oportuna permite abordar estos síntomas antes de que evolucionen en cuadros más complejos. Actuar a tiempo mejora significativamente la calidad de vida y previene efectos a largo plazo como el aislamiento, el deterioro de relaciones personales o incluso problemas físicos relacionados con el estrés crónico, comentó Ganán
Desmitificar la atención psicológica
Hoy por hoy, aún persiste la creencia que acudir al psicólogo es sinónimo de debilidad, exageración o incluso locura; esto no es más que una visión errada que ha generado miedo, silencio y retraso en la búsqueda de apoyo profesional. Desde la perspectiva clínica, se insiste en que ir al psicólogo o psiquiatra es un acto de responsabilidad y autocuidado, comparable a asistir a una consulta médica por cualquier otra condición del bienestar físico.
Romper los mitos que aún rodean a la salud mental es un paso necesario para que más personas se animen a buscar apoyo cuando lo necesitan, es fundamental contar con alternativas de atención que acompañen cada etapa de la vida, explica la especialista.
En este contexto, es indispensable que existan sistemas de atención que respalden y garanticen esa necesidad de cuidado desde una mirada preventiva y continua en el país. Un primer paso importante en esta dirección fue la aprobación, en diciembre de 2023, de la Ley Orgánica de Salud Mental. Desde Ecuasanitas, se prioriza este tipo de bienestar integral mediante coberturas que contemplan todos los niveles de atención, desde urgencias y emergencias, hasta consultas externas, terapias psicológicas y hospitalizaciones. Todo ello como parte de un compromiso real por acompañar a las personas en cada etapa de su vida, con accesibilidad, profesionalismo y enfoque humano.