El inicio de un nuevo año genera grandes expectativas en lo personal, profesional y financiero, esta última, una de las más complejas de organizar si no se tiene una cultura de ahorro. El informe “Determinantes Socioeconómicos de la Educación Financiera del 2016” del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) asegura que 77.6% de los ecuatorianos se involucra en el uso y manejo del dinero en el hogar, de estos el 52,9% tiene un presupuesto, pero apenas un 27,0% lo sigue.
El reporte realiza un análisis sobre la importancia y evolución de la educación financiera en Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador. Este ubica al país como el menos ahorrador de la región. Para Natalia Garzón, Directora Ejecutiva de Fundación Bien Estar de Mutualista Pichincha, este es uno de los problemas más comunes en los hogares. “Son pocos quienes organizan sus finanzas lo que genera grandes repercusiones como sobreendeudamiento, gastos innecesarios, problemas con el buró de crédito, etc.”, agregó
Mutualista Pichincha evidencia un incremento del 4.23% en depósitos del público entre diciembre 2017 y diciembre 2018. Según Garzón, esta cifra muestra que la ciudadanía necesita crear una cultura de ahorro, sobre todo en una época de recesión económica, pero es importante que este hábito sea constante mas no por un periodo de corto tiempo. “En Ecuador la cultura de ahorro aún se está desarrollando, pero falta mucho por hacer”, finalizó.
La experta asegura que “la cultura ecuatoriana aún está llena de excusas para no ahorrar”. Pero existen varias formas de tener una mejor salud financiera como son los planes de ahorro programado que te permiten personalizar el destino del ahorro, monto mensual y plazo de ahorro; este ahorro mensual y disciplinado te permitirá formar un capital para cualquier meta que te propongas. Mientras que los depósitos a plazos fijos son una gran alternativa cuando quieres rentabilizar un capital ya existente, debido a la generación de intereses más altos. Sin duda, determinar las metas a largo y mediano plazo como los gastos mensuales, entre ellos, colegiatura, transporte, alimentación, salud, etc. son una gran alternativa. Otra de las opciones es identificar los gastos innecesarios, recortarlos y destinarlos al ahorro. “Aquellos cafés o golosinas son algunos de los gastos que pueden recortarse”, aseguró Garzón.
“Son pocos quienes ahorran para la vejez, debido a que usualmente el ecuatoriano lo ve muy lejano y prefiere enfocarse en sus metas a corto o mediano plazo”, comentó la experta. El informe emitido por la CAF asegura que el índice de economía en el hogar decae en la región en grupos etarios mayores, este inicia a los 59 años; mientras que en Ecuador ocurre considerablemente antes, 51 años. Esta es una clara muestra de la necesidad de cultura financiera enfocado a planes a mediano y largo plazo.