Según un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la operación y construcción de edificios genera el 38% de todas las emisiones de CO2 relacionadas con la energía; además, la revista Nature señala que el 8% de los gases de efecto invernadero emitidos en todo el mundo provienen del turismo, gran parte de estos relacionados a la actividad operativa, materiales, infraestructura y mantenimiento del sector hotelero.
De acuerdo al Banco Central del Ecuador (BCE) la industria de la construcción es el quinto sector más importante de la economía ecuatoriana, es así que, en el año 2022 representó el 6,1% del PIB ecuatoriano y se prevé que en el 2023 las actividades relacionadas a la construcción crezcan en términos reales 3,5% y ascienda a USD 11.331 millones en términos nominales.
El sector hotelero orientado en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas de “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean más seguros, resilientes y sostenibles” ha innovado a través de la implementación de tecnología, sistemas más eficientes y conceptos sostenibles para reducir el impacto en la naturaleza, y a la vez, garantizar la sustentabilidad del sector.
No obstante, se estima que entre el 40% y el 50% de las emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera tienen su origen en la construcción y uso de los edificios. La conciencia ambiental y la demanda de un modelo de edificación sostenible ha ido creciendo en los últimos años alrededor del mundo y Ecuador no es la excepción.
Gabriela Sommerfeld, reconocida empresaria y líder en iniciativas sostenibles lleva a cabo uno de los primeros edificios autosustentables en la ciudad de Quito. Le Parc, I Am Beyond The Stars fusiona el lujo y la comodidad con la sostenibilidad, a través de una propuesta de vanguardia que utiliza iluminación LED, energía solar fotovoltaica, vidrio de alto rendimiento, paneles solares, accesorios de plomería que ahorran agua y un sistema de recolección de un 60% de agua lluvia, entre otros sistemas que reducen la huella de carbono.
En Ecuador, la arquitectura sostenible ha tomado mayor fuerza tras la Cumbre de Hábitat Sostenible, desarrollada en 2016, y en el que el país se comprometió con la Agenda Urbana de Sostenibilidad. “El proyecto goza de una visión inmobiliaria única, pensada desde la sustentabilidad, con tecnología de punta y sistemas medioambientales únicos que nos permitirán reducir las emisiones de CO2” destacó Sommerfeld.
El edificio nació con el compromiso de aportar al medio ambiente adoptando un esquema de economía circular. Su innovación, tecnología y arquitectura sostenible le ha permitido obtener la precertificación Edge Advanced y la certificación LEED del Green Building Council.
Así, la construcción sostenible se fortalece en el sector convirtiéndose en la construcción del futuro con el fin de lograr edificios eficientes y respetuosos con el medio ambiente, en función de reducir el impacto ambiental, mejorar la calidad de vida de las personas, el entorno donde se construye y maximizar la eficiencia energética.