La salud es uno de los aspectos más valiosos de la vida de las personas, pero comúnmente se suelen subestimar las señales que el cuerpo envía cuando algo no está bien. Dolencias menores como un leve dolor de cabeza o una molestia estomacal suelen ser obviadas, pero hay ocasiones en las que los síntomas, aunque parezcan comunes, podrían ser indicativos de problemas más graves; por lo tanto, ignorarlos o retrasar la atención médica puede llevar a consecuencias severas e incluso fatales.
“Reconocer estos signos y actuar de manera oportuna no solo puede prevenir complicaciones, sino que también puede salvar vidas”, indica Esteban Avilés, Subdirector Médico de Nueva Clínica Internacional. Añade que, si bien es importante evitar la automedicación excesiva o el alarmismo innecesario, también es crucial saber cuándo buscar ayuda profesional. A continuación, el experto explica las principales señales de alerta que no se deben ignorar, pues requieren atención inmediata.
1. Dolor en el pecho: Si se experimenta dolor, opresión o incomodidad en el pecho, especialmente si se irradia al brazo izquierdo, cuello, mandíbula o espalda, podría ser un signo de un ataque al corazón. “Esto no debe ser ignorado, incluso si el dolor es leve o intermitente”, advierte Avilés.
2. Dificultad para respirar: La sensación de falta de aire, respiración rápida o jadeante sin razón aparente podría indicar problemas respiratorios graves, como neumonía, embolia pulmonar o una reacción alérgica severa, por lo que es importante acudir a la clínica a la brevedad posible.
3. Pérdida repentina de fuerza o sensibilidad: “Si el paciente siente debilidad, entumecimiento o parálisis repentina en una parte del cuerpo, especialmente en un lado, podría ser signo de un accidente cerebrovascular (ACV)”, señala el representante de Nueva Clínica Internacional. También sugiere prestar atención a la dificultad para hablar o entender palabras.
4. Dolor abdominal severo: Un dolor intenso y persistente en el abdomen podría estar relacionado con problemas graves como apendicitis, obstrucciones intestinales o aneurismas.
5. Hemorragia excesiva: Si la persona tiene una herida que no deja de sangrar después de aplicar presión, o si tiene sangrado inexplicable por la nariz, encías, orina o heces (especialmente si son de color negro o contienen sangre), es importante buscar ayuda médica.
6. Convulsiones o pérdida de conciencia: Las convulsiones no relacionadas con epilepsia conocida, o la pérdida repentina de la conciencia, requieren atención inmediata. Estas podrían ser síntomas de una lesión cerebral, infección o problemas metabólicos.
7. Fiebre alta persistente: De acuerdo con Avilés, una fiebre que supera los 39°C y no cede con medicamentos o que se acompaña de síntomas como confusión, rigidez en el cuello o erupción cutánea, podría ser indicativa de infecciones graves como meningitis.
8. Vómitos o diarrea persistentes: Estos síntomas, especialmente si están acompañados de deshidratación, mareos o sangre en el contenido, podrían ser signo de infecciones severas o problemas gastrointestinales.
9. Reacciones alérgicas graves: “Hinchazón en el rostro, labios o garganta, dificultad para respirar y urticaria generalizada son signos de anafilaxia, una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato”, asegura el especialista de Nueva Clínica Internacional.
10. Confusión, desorientación o cambios de conducta: Cambios repentinos en el estado mental, como confusión o letargo extremo, podrían ser indicativos de infecciones, intoxicación o alteraciones metabólicas.
En definitiva, conocer y reconocer estas señales es el primer paso para proteger la salud de la persona y de su entorno. “En cualquiera de estos escenarios, es esencial acudir a una clínica, pues la atención apropiada y a tiempo siempre marca la diferencia”, concluye Avilés.